Clienta en una tienda de bicicletas en Valencia, en una imagen de archivo. Damián Torres

Valencia. No solamente está complicada la adquisición de hielos, sino que los valencianos ilusionados por comprarse una bicicleta nueva se encontrarán con una gran sorpresa. Tendrán muy difícil encontrar la que desean e incluso tendrán que esperar un par de años para encontrar el producto que anhelan.

La pandemia fue el empujón definitivo para el sector de las bicicletas. Hubo un boom nunca antes visto. Las ganas de las personas por realizar deporte al aire libre y utilizar la bicicleta como vehículo principal en el día a día son algunos de los factores que justifican las grandes colas para acceder a comprar una.

Esta situación provocó que el sector de las bicicletas resurgiera como el ave fénix. De ser un sector con mucha oferta y poca demanda, pasó a recuperar protagonismo en la etapa postconfinamiento.

Hasta aquí todo bien. Pero a los pocos meses las tiendas de bicicletas se percataron de la excesiva demanda de bicicletas que había y, al no recibir material nuevo por parte de los proveedores, sufrieron un desabastecimiento, que hoy en día es la situación de muchas de las tiendas de bicicletas en Valencia.

«Ahora mismo tienes que comprar con dos años de antelación. Antes tú a los proveedores les pedías una cantidad determinada de piezas y bicicletas y en un mes lo tenías», comentan responsables de una tienda de bicicletas cerca del barrio de Benicalap.

Además, ese tiempo tan largo de espera provoca incertidumbre en las tiendas de bicicletas para poder planificar la campaña y proporcionar un buen servicio al cliente evitándole una lista de espera que le resulte interminable.

«Ahora lo que pasa es que si esa bicicleta no la he comprado en la programación del 2023, pues no va a haber, porque va a seguir habiendo desabastecimiento. Nosotros ya hemos comprado para el 2023 o el 2024. Lo que no compres no lo vas a tener porque los proveedores producen conforme compran. Eso provoca que muchas tiendas estemos asfixiadas». Esta tienda actualmente tiene un exceso de stock obligado por la incertidumbre de no saber si habrá un cambio en la situación.

Otro de los factores que está complicando la situación es el desabastecimeinto que hay en los acesorios y complementos para confeccionar o reparar las bicicletas de los clientes.

«Hay también desabastecimiento de accesorios y complementos de las principales marcas. No hay todo lo que quieres. Tenemos que recurrir en ocasiones a internet. Falta lo más básico en reparación: cubiertas, cadenas, cambios, gomas», comentan fuentes de una famosa tienda de bicicletas de Valencia.

Esta situación no es aislada en la ciudad, sino que afecta a otras zonas del territorio español. «Incluso el distribuidor de España de alguna marca famosa no tiene en stock bicicletas suficientes y te dan el producto que deseas en un plazo mínimo de nueve meses», destacan en otro comercio.

La bicicleta se ha convertido en un bien fundamental para la población, un objeto muy preciado dada la escasez de este artículo. Muchas tiendas están haciendo un gran esfuerzo por cumplir y dar un servicio óptimo al cliente, pero las listas de espera tan largas provoca que muchos ciudadanos pierdan el interés en la adquisición.

El verano es la época del año en el que más bicicletas se venden, pero la falta de muchos modelos y sus correspondientes materiales provoca una situación complicada para estas tiendas en la capital del Turia.